Estrenamos nuestro blog con un tema que suele generar dudas en muchos padres: ¿cuándo debería llevar a mi hijo al ortodoncista? ¿No es muy pequeño para llevar aparatos? Pues, como todo en la vida, depende. ¡Vamos a verlo!

La salud de nuestros hijos es una de las principales preocupaciones de los padres. Les hacemos revisiones con el pediatra para asegurarnos de que crecen bien, nos preocupa que vean bien, que oigan bien, que respiren bien, que pisen bien. Desde bien pequeños les ponemos sin dudarlo gafas, corsés o plantillas, les llevamos al otorrino y al fisioterapeuta desde bebés si es necesario… Pero, ¿qué pasa si no muerden bien? ¿Son demasiado pequeños para corregirlo?

La respuesta es no, no son demasiado pequeños para corregirlo y sí, pasan cosas por no morder bien.

 

La importancia de una revisión temprana de ortodoncia infantil

¿Alguna vez te has fijado en cómo muerde tu hijo o hija? ¿En si los dientes de arriba le encajan con los dientes de abajo o tiene una separación entre ellos? ¿En si su barbilla sobresale más de lo normal o por el contrario tiene el mentón muy hacia atrás? ¿En si muerde hacia un lado de forma marcada, como si “mordiera torcido”?

¿Te ha llamado la atención algo en la boca de tu hijo pero has creído o te han dicho que era demasiado pronto para valorarlo?

En contra de lo que comúnmente se cree, muchas maloclusiones (morder mal) se desarrollan muy tempranamente. Por este motivo, la mayoría pueden ser diagnosticadas y tratadas en edades precoces mucho más fácilmente que de adultos.

De ahí la enorme importancia de visitar a un ortodoncista de forma precoz, preferiblemente antes de los 6 años.

Existe una creencia muy extendida, incluso entre algunos dentistas, de que no se pueden aplicar tratamientos de ortodoncia en niños hasta que se tienen todos los dientes definitivos, y por tanto, hay que esperar a que esto ocurra. Y esto es cierto cuando hablamos de ortodoncia fija, los famosos braquets que todos conocemos.

Sin embargo la ortodoncia es algo más que poner los dientes rectos y vamos a intentar explicarlo. Empecemos por el principio…

 

 Primera visita al ortodoncista: cuándo, dónde y por qué

 

Pero ¿se pueden poner aparatos en dientes de leche? Si esos dientes se van a caer…

Un ortodoncista formado en un máster universitario, como lo somos en Sampietro & Beltrán Ortodoncia, es capaz de realizar tratamientos que van más allá de tratar solo la posición de los dientes en una boca.

El correcto desarrollo de los huesos implicados en la mordida, como son el maxilar superior y la mandíbula, es fundamental para conseguir que los dientes que se alojan en dichos huesos encajen correctamente. Puede que los “dientes salidos” de tu hijo no lo estén tanto en realidad, y sea más bien su mandíbula la que no esté creciendo correctamente y se esté quedando atrás.

Los huesos en desarrollo, o, lo que es lo mismo, los huesos de los niños en crecimiento, son modificables. Por el contrario, en el adulto ya no lo son, por lo que las posibilidades de corrección dental se reducen.

Los tratamientos que corrigen las alteraciones del desarrollo de los huesos de los maxilares no son ortodoncia en el sentido estricto de la palabra. Se denominan Ortopedia Dentofacial y solo pueden realizarse dentro de una franja de edad determinada, mientras la persona está en fase de crecimiento.

Esa franja es variable y distinta en cada niño: lo que puede ser pronto para tu hijo puede ser tarde para su primo o para su amigo del colegio. Por eso, es importante ir pronto al ortodoncista.

En Sampietro & Beltrán Ortodoncia lo sabemos, y además de estar en constante formación en cuanto al abordaje de tratamientos precoces, hacemos seguimiento de nuestros pacientes desde pequeños, aconsejando a las familias sobre las necesidades de tratamiento de sus hijos y del momento idóneo para empezar este tratamiento.

 

¿Por qué se desarrollan mal los huesos de la boca?

Todos tenemos una herencia genética que influye en nuestro crecimiento. Algunos niños tienen un desarrollo de los maxilares muy similar al de sus padres, así que conocer estos datos cuando aún son pequeños nos permite aconsejar a los padres sobre las posibilidades de corrección.

Pero, además de la genética, existen otros aspectos que afectan de manera notable al desarrollo de los huesos de la boca y que un buen ortodoncista sabe y debe valorar: respiración, deglución y masticación son funciones importantísimas y con una gran repercusión a nivel oral. Que se realicen o no de forma correcta puede llevar a un desarrollo normal de la boca o a algún tipo de alteración en la misma.

 

Ortodoncia infantil. ¿En qué debes fijarte para saber si debes llevar a tu hijo al ortodoncista?

 

¿En qué debes fijarte para saber si debes llevar a tu hijo al ortodoncista?

¿Respira tu hijo por la nariz o por la boca? ¿Duerme con la boca abierta, ronca incluso? ¿Tiene la boca abierta de forma habitual?

¿Mastica con la boca abierta? ¿Hace ruido al comer? ¿Se le ve la lengua al hacerlo? ¿Tiene el frenillo lingual corto?

¿Le cuesta comer? ¿Es excesivamente lento comiendo? ¿Mastica solo por un lado o utiliza los dos?

Las respuestas afirmativas a estas preguntas indican la existencia de una anomalía en alguna o en varias de las funciones principales de la boca y la nariz, dos estructuras que están anatómicamente relacionadas entre sí de forma muy estrecha, ya que están una debajo de la otra y comparten estructuras óseas.

Otras actividades que alteran el desarrollo normal de boca sin ser funciones habituales de la misma son los llamados hábitos o parafunciones. Algunas de las más frecuentes son chuparse el dedo o el labio inferior o llevar el chupete mas allá de los 3 años de forma más o menos continuada. Este tipo de hábitos pueden tener efectos nocivos en el crecimiento maxilofacial, que serán de mayor gravedad cuanto más se extiendan en el tiempo.

Visitar al ortodoncista puede ayudar a abandonar el hábito o a minimizar sus efectos. Esto puede conseguirse incluso sin utilizar aparatos de ortodoncia infantil. A veces, simplemente con los consejos adecuados y la motivación necesaria del niño es suficiente.

Todas estas anomalías, tanto las disfunciones como los hábitos, pueden producir por sí mismas una maloclusión y desde luego agravan una maloclusión ya existente.

En Sampietro & Beltrán Ortodoncia sabemos que es crucial detectar precozmente la existencia de estas funciones alteradas, que tanto afectan al desarrollo, y también sabemos cómo abordar su tratamiento.

 

Ortodoncia infantil. Anomalías en nariz y boca

 

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¿Qué ocurre si no se muerde bien?

Todas las formas de morder alteradas conllevan una función masticatoria alterada. Los dientes están diseñados para encajar unos con otros de una forma muy concreta, la que confiere a la boca su mayor eficacia masticatoria.

Que esto no se produzca puede generar dificultades para comer, asimetrías en el desarrollo de los huesos e incluso, en algunos casos, patologías en la articulación de la mandíbula, la articulación temporomandibular.

 

Cómo abordamos los tratamientos de ortodoncia para niños

Cuando vemos por primera vez a un paciente en edad de crecimiento, nuestra metodología de trabajo es la siguiente:

  1. Informar a los padres de la presencia de una maloclusión, si la hay, y de la coexistencia de algún tipo de disfunción.
  2. Aconsejar sobre las medidas preventivas que se pueden aplicar.
  3. Dependiendo de la madurez del niño, proponemos a la familia hacer un estudio (con radiografías, fotografías, modelos 3D de la boca), con la finalidad de recabar toda la información sobre el caso y aconsejar el tratamiento de ortodoncia infantil más conveniente.
  4. En los casos en que no es posible aún realizar el tratamiento, hacemos un seguimiento del niño con revisiones periódicas y vamos implementando medidas preventivas sencillas que puedan ayudar a mejorar la situación o que al menos minimicen los efectos nocivos que puedan darse.

 

 Primera visita al ortodoncista: tratamientos de ortodoncia para niños

 

Nuestras recomendaciones para la primera visita de ortodoncia en niños

¿Cuándo debo llevar a mi hijo al ortodoncista?

Si tu dentista de confianza no te lo recomienda antes, lo ideal es antes de los 6 años. Así disponemos de mucho tiempo, mientras el niño crece, para valorarle, revisarle y ayudarle.

Ante la duda, es mejor ir demasiado pronto que ir demasiado tarde.

 

¿Dónde debo llevar a mi hijo al ortodoncista?

Siempre a un ortodoncista cualificado, con un postgrado universitario de especialista en Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial y una amplia experiencia en el tratamiento infantil, como lo somos en Sampietro & Beltrán Ortodoncia.

 

¿Por qué debo llevar a mi hijo al ortodoncista?

Hay dos razones fundamentales:

  • Porque la ortodoncia infantil no es únicamente una cuestión de estética, de tener los dientes bien colocados y que luzcan bonitos, aunque eso también es importante. La ortodoncia y ortopedia dentofacial mejoran las funciones de la boca, ayudan a controlar y reeducar disfunciones, contribuyen a eliminar hábitos y favorecen el correcto desarrollo de la boca. En definitiva, proporcionan salud.
  • Porque el tratamiento temprano depende de las características y del desarrollo de cada niño: no todos crecen igual ni necesitan lo mismo, ni al mismo tiempo.

Llegar demasiado tarde implica en ocasiones tratamientos más complejos y de mayor duración.

Llegar demasiado pronto solo implica que nos conozcamos antes y eso siempre será una buena noticia.

 

¿Quieres saber cómo hemos mejorado la salud bucodental de niños con nuestros tratamientos de ortodoncia infantil?

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